miércoles, 20 de agosto de 2014

CANDIDATURAS CIUDADANAS O ¿PARTIDOS POLÍTICOS CIUDADANIZADOS?

Recientemente en la aprobación de la Reforma Político-Electoral se presenta ya abierta la posibilidad para cualquier ciudadano en uso de sus derechos políticos, participe en las contiendas electorales para lograr con el voto de la ciudadanía ocupar espacios políticos.
Si bien es cierto hay antecedentes, por ejemplo, el que viene a mi mente es el caso de la pretensión de una candidatura por esta vía y lograr la Presidencia de la República como fue el sonado en el 2006 bajo la propuesta del excanciller Jorge Castañeda Gutman, a la cual la autoridad judicial le negó esa posibilidad.
Muestra de estas insistencias de cambio, limitaciones en la historia de la construcción de nuestra democracia y los cuestionables avances, éstos pueden argumentarse bajo la óptica de carencia de liderazgos políticos y la falta de competitividad de propuestas traducidas en líderes con reconocimiento social.
El pluralismo electoral, no solo exige exponer la oferta de un candidato, nos llama como fue lo vivido en el 2012 las propuestas, compromisos y resultados en torno a una persona, la cual garantizaba – y garantiza – transparencia y confianza como fue el hoy Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, las percepciones ciudadanizadas realizadas en un sin número de consultas demoscópicas, dejan ver claramente el poco o nulo aprecio sobre los políticos y por ende de los partidos a los cuales pertenecen.
Cabe resaltar opiniones como las del Dr. César Camacho Quiroz en donde se destaca: “Las ideologías de partido son importantes pero no tan importantes como las que atañen a nuestro país”, expresiones tales dan clara muestra de la transformación continúa y vivencial en nuestra vida democrática para acabar con la partidocracia.
Es a través de la reflexión de postulados ideológicos como lo mencione el 8 de abril de 2014 en este espacio: “Desde hace ya más de 20 años, estadistas nacionales han venido hablando del poder que debe tener el ciudadano, otros han dejado un legado rico en contenido e ideales. Sin embargo, estas tesis se quedan en el discurso y al parecer no son una realidad en la practica de gestión gubernamental, con esto me refiero y planteo la tesis y la necesidad de que la política debe ciudadanizarse.” , aunado a la evolución y acciones de los dirigentes de partido, observo con más entusiasmo la apertura a cuadros ciudadanos.
No se trata de acotar la participación ciudadana en las candidaturas, tan es así la existencia de ejemplos claros de avances en el principio de paridad de género, observancia legal y de cumplimiento por los institutos políticos en las próximas elecciones del 2015.
Veo con mayor agrado recuperar los cuadros nacidos desde la simpatía ciudadana, ellos dan muestra de la experiencia política, administrativa, de preparación, vocación, compromiso y resultados para ser oferta política desde sus partidos.
Recordemos el 2012 en la Ciudad de México: Una candidata solo ciudadana sin experiencia de gobierno, una candidata con amplia experiencia legislativa y de gobierno lastimada por intereses que la alejaban de los electores de la capital y un candidato con experiencia de gobierno y un trabajo mediático de comunicación ciudadanizado. El resultado sorprendente lo muestra el tercero no solo arraso, sino igualmente presentó resultados nunca antes vistos. Así piensa el capitalino.
El llamado es hoy a los partidos políticos para lograr dar apertura y fuerza a las tesis ciudadanas, cada localidad es especial en su población aunque es el momento de hacerlo diferente, la pregunta obligada será: ¿Nos atrevemos?

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